Me escribe Sergi Sol i Bros
En mi último artículo en esta sección me referí a un tal Sergi Sol i Bros y su texto publicado en El Eco de Sitges, en el cual, aludiendo a Citadans de Catalunya, los tildaba de archiespañolistas y bufones y sugería que les vendría bien algún garrotazo o una buena bofetada. Ignoro si los afectados tienen pensado entablar acciones legales, ya que si el insulto y la descalificación son difícilmente penalizables en un régimen de libertad de expresión, sí es delito la incitación a la violencia. En todo caso, a un servidor no le afectan demasiado los insultos y amenazas, pero sí la prosa tosca y falta de sentido del humor, un atributo de la inteligencia del que no parece andar sobrado Sol i Bros. Para expresar estas opiniones hice mención al fascismo intolerante y lo relacioné con los métodos de José Antonio Primo de Rivera, quien postulaba una dialéctica de puños y pistolas.
El día siguiente recibí un amable correo de Sol i Bros. Transcribo:
«Benvolgut senyor, moltes gràcies por la vostra serena i erudita reflexió. Sou digne de compartir página amb el no menys brillant Jiménez Losantos. M’heu fet passar un bon dia i m’heu regalat un enorme somriure. A reveure, petons.»
A fin de contestar educadamente empecé a escribir un correo y, antes de enviárselo a Sol i Bros, lo consulté con Desmond, mi valet y ayuda de cámara. He aquí el texto:
«Queridísimo Sol i Bros, gracias por sus amables elogios y su almibarado peloteo, realmente, es usted un sol. En cuanto a los besos, también los agradezco, pero tenga en cuenta que tal vez no participamos de la misma orientación sexual. En fin, es usted digno de compartir honores con la Pantoja».
«Pero, señor, ¿qué tiene que ver Sol i Bros con Isabel Pantoja?», pregunta Desmond.
«Y yo, Desmond, ¿qué tengo que ver con Jiménez Losantos?»
«Ambos escriben en el mismo diario.»
«Claro, y también soy seguidor del Barça, ¿eso me convierte en integrante de los Boixos nois?»
«Si me permite, señor, le sugiero que busque un ejemplo más adecuado.»
«De acuerdo, Desmond, pondré: ‘Es usted digno de compartir honores con José Antonio Primo de Rivera’»
«Con el debido respeto, lo encuentro demagógico, señor.»
«¿Ah sí?, ¿y las comparaciones que hace Sol i Bros no son demagógicas?»
«Tiene razón, señor, pero es posible que la capacidad neuronal del señor Sol i Bros no sea mayor que la de algunos fascistas.»
«¿Qué quieres decir, Desmond? ¿Estás insinuando que Sol i Bros es gilipollas?»
«Yo no he dicho tal cosa, señor.»
«Pero quizá lo has pensado.»
«Recuerde, señor, que no tengo obligación de revelar mis pensamientos íntimos. Me protege la Constitución.»
«Ahora me sales con la Constitución, ¿no serás tú también un botifler?»
«No, señor, jo tinc l’aval de l’oficina de protecció lingüística. Així que aneu amb conte amb el que diu, que puede venir Sol i Bros con un garrote.»
«No sabes cómo tiemblo, Desmond.»
Los criados ya no saben guardar las distancias. Es que Desmond es charnego.